lunes, 4 de octubre de 2010

Crítica del Arte

La Crítica del Arte a través del tiempo. . .

La crítica de arte es un género, entre literario y académico, que hace una valoración sobre las obras de arte, artistas o exposiciones, en principio de forma personal y subjetiva, pero basándose en la Historia del arte y sus múltiples disciplinas, valorando el arte según su contexto o evolución. Es a la vez valorativa, informativa y comparativa, redactada de forma concisa y amena, sin pretender ser un estudio académico pero aportando datos empíricos y contrastables. Denis Diderot es considerado el primer crítico de arte moderno, por sus comentarios sobre las obras de arte expuestas en los salones parisinos, realizados en el Salón Carré del Louvre desde 1725. Estos salones, abiertos al público, actuaron como centro difusor de tendencias artísticas, propiciando modas y gustos en relación al arte, por lo que fueron objeto de debate y crítica.





Diderot escribió sus impresiones sobre estos salones primero en una carta escrita en 1759, que fue publicada en la Correspondance littéraire de Grimm, y desde entonces hasta 1781, siendo el punto de arranque del género.
En la génesis de la crítica de arte hay que valorar, por un lado, el acceso del público a las exposiciones artísticas, que unido a la proliferación de los medios de comunicación de masas desde el siglo XVIII produjo una vía de comunicación directa entre el crítico y el público al que se dirige. Por otro lado, el auge de la burguesía como clase social que invirtió en el arte como objeto de ostentación, y el crecimiento del mercado artístico que llevó consigo, propiciaron el ambiente social necesario para la consolidación de la crítica artística. La crítica de arte ha estado generalmente vinculada al periodismo, ejerciendo una labor de portavoces del gusto artístico que, por una parte, les ha conferido un gran poder, al ser capaces de hundir o encumbrar la obra de un artista, pero por otra les ha hecho objeto de feroces ataques y controversias. Otra faceta a remarcar es el carácter de actualidad de la crítica de arte, ya que se centra en el contexto histórico y geográfico en el que el crítico desarrolla su labor, inmersa en un fenómeno cada vez más dinámico como es el de las corrientes de moda. Así, la falta de historicidad para emitir un juicio sobre bases consolidadas, lleva a la crítica de arte a estar frecuentemente sustentada en la intuición del crítico, con el factor de riesgo que ello conlleva. Sin embargo, como disciplina sujeta a su tiempo y a la evolución cultural de la sociedad, la crítica de arte siempre revela un componente de pensamiento social en el que se ve inmersa, existiendo así diversas corrientes de crítica de arte: romántica, positivista, fenomenológica, semiológica, etc.

Arte. .

Sociología del Arte

La sociología del arte es una disciplina de las ciencias sociales que estudia el arte desde un planteamiento metodológico basado en la sociología. Su objetivo es estudiar el arte como producto de la sociedad humana, analizando los diversos componentes sociales que concurren en la génesis y difusión de la obra artística. La sociología del arte es una ciencia multidisciplinar, recurriendo para sus análisis a diversas disciplinas como la cultura, la política, la economía, la antropología, la lingüística, la filosofía, y demás ciencias sociales que influyan en el devenir de la sociedad. Entre los diversos objetos de estudio de la sociología del arte se encuentran varios factores que intervienen desde un punto de vista social en la creación artística, desde aspectos más genéricos como la situación social del artista o la estructura sociocultural del público, hasta más específicos como el mecenazgo, el mercantilismo y comercialización del arte, las galerías de arte, la crítica de arte, el coleccionismo, la museografía, las instituciones y fundaciones artísticas, etc.



También cabe remarcar en el siglo XX la aparición de nuevos factores como el avance en la difusión de los medios de comunicación, la cultura de masas, la categorización de la moda, la incorporación de nuevas tecnologías o la apertura de conceptos en la creación material de la obra de arte (arte conceptual, arte de acción).
La sociología del arte debe sus primeros planteamientos al interés de diversos historiadores por el análisis del entorno social del arte desde mediados del siglo XIX, sobre todo tras la irrupción del positivismo como método de análisis científico de la cultura, y la creación de la sociología como ciencia autónoma por Auguste Comte. Sin embargo, la sociología del arte se desarrolló como disciplina particular durante el siglo XX, con su propia metodología y sus objetos de estudio determinados. Principalmente, el punto de partida de esta disciplina se suele situar inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, con la aparición de diversas obras decisivas en el desarrollo de esta corriente disciplinar: Arte y revolución industrial, de Francis Klingender (1947); La pintura florentina y su ambiente social, de Friedrich Antal (1948); e Historia social de la literatura y el arte, de Arnold Hauser (1951). En sus inicios, la sociología del arte estuvo estrechamente vinculada al marxismo –como los propios Hauser y Antal, o Nikos Hadjinikolaou, autor de Historia del arte y lucha de clases (1973)–, si bien luego se desmarcó de esta tendencia para adquirir autonomía propia como ciencia. Otros autores destacados de esta disciplina son Pierre Francastel, Herbert Read, Francis Haskell, Michael Baxandall, Peter Burke, Giulio Carlo Argan, etc

Pintura

Superficies de la pintura

La pintura puede ser expresada sobre una gran variedad de superficies. Éstas pueden tener características distintas, como son la textura y absorción. También la superficie está íntimamente vinculada al acabado y naturaleza expresiva, por ejemplo: no es igual pintar una acuarela sobre una superficie de papel liso que sobre un papel rugoso, tampoco es igual pintar al óleo sobre lienzo que al fresco sobre un muro ya que el primero es un medio pastoso y de avance oleaginoso y el segundo es seco y translúcido. Ahora bien, los medios también tienen resultados diferenciables de acuerdo a la superficie y de acuerdo a los agregados.

La escuela mural francesa con su máximo exponente Eugène Delacroix realizaba sus murales con óleo y cera con la finalidad de dar el acabado mate propio del fresco, en cambio Rafael Sanzio en su escuela de Atenas empleó veladuras muy seguras y progresivas de menos a mas, si bien el claro oscuro es más diáfano que el conseguido con óleo su color es más luminoso al estar exento de aceite.
Hay otras formas de sacar provecho al medio y a la superficie, por ejemplo, el muro preparado para el fresco es muy absorbente, para realizar transiciones suaves se debe tener una pronta y preludio en la ejecución, tener los colores listos y tomar el tiempo primero (que es cuando hay más humedad) para realizar los difuminados, sin embargo, esa cualidad absorbente del muro puede emplearse para trabajar con trazos lenticulares y provocar una vibración óptica muy similar al arte de Van Gogh, un ejemplo claro es la técnica de Teodoro Núñez Ureta en el Ministerio de Educación de la ciudad de Lima. De esta forma los limitantes de la superficie se pueden convertir en una ventaja para dar más expresividad a la composición.


También podemos hablar de las nuevas técnicas, de los soportes conglomerados y los nuevos médiums como los esmaltes, acrílicos y pinturas a base de resinas que pueden ser aplicados en empastes que a manera que avanza la ejecución pueden modificar la naturaleza de la superficie, a esto se le llama fondo texturizado, y en su función, se le puede considerar como una superficie expresiva nacida en el espacio-tiempo del trabajo